FanFIC no.118 'Perseguidos.Rob'

Somos un Blog ROBsessed, donde solo deseamos seguir contando la versión de Irina en la historia Robsten como lo veníamos haciendo anteriormente. Este FanFic es parte medular de este Blog ROBERT PATTINSON EN ESPAÑOL, razón por la cual  suplicamos RESPETO al comentar los relatos. Si No os sentís preparados para leerlos No lo hagáis, eso no va a ofender a Irina. Pero rogamos evitéis críticas destructivas que si pueden molestar mucho y crear mal ambiente en el Blog.

Asi quedarán organizados los FICs en este blog:

LUNES:  FanFic Robsten de Irina
                  MARTES:  Fic 'El fin del Mundo' de Xim
MIÉRCOLES:  FanFic Robsten de Irina 
JUEVES: Fic 'El fin del Mundo' de Xim
             VIERNES: Fic '50 Sueños de Verano' de Irina

Para leer Fics Anteriores de IRINA clic ---> AQUI

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * 

FanFIC no.118

"PERSEGUIDOS.ROB"
Imágenes: Elena

Kristen bostezó ruidosamente y murmuró una disculpa casi inaudible.

- ¿Has dormido mal? – le pregunté.

- Me he despertado varias veces – dijo haciendo un falso amago de sonrisa -. No podía dormirme profundamente. No sé lo que me ha pasado. He debido de desvelarme.

- ¿No será que te he asustado con mi última parte de la propuesta? – dije medio en broma medio en serio, mirándola a los ojos.

- ¿Con lo de los bebés? – rió nerviosa -. No, para nada. Aunque es verdad que es algo… pronto para eso pero claro que quiero tenerlos. Algún día.

- No digo ahora, amor. Es verdad que no quiero ser un padre muy mayor, como el mío, que me tuvo con más de 40 pero tenemos tiempo. No me veo cambiando pañales aun – reí intentando tranquilizarla, poniendo cara de susto.

Kristen se apretó contra mi cuerpo y me acarició el pecho con ternura. 

- Claro, todo el tiempo del mundo – susurró.

La miré y vi ojeras bajo sus preciosos ojos verdes con lo que me quité de la cabeza la idea de volver a hacerle el amor, aunque me apetecía. Sonreí al recordar la noche tan maravillosa que habíamos pasado, disfrutando el uno del otro en varias en intensas ocasiones. Estaba claro que mi chica necesitaba descansar. La besé en la frente y me incorporé de la cama.

- Voy a darme una ducha. Duerme un poco más.

----------

Salí de la ducha con solo una toalla cubriéndome de cintura para abajo, sacudiéndome el pelo como un perro mojado. Eso me hizo pensar que tampoco era tan mala idea lo de tener un perro, o un par. A ambos nos encantan los perros. Sonreí pensando en ello y regresé al dormitorio. La casa estaba en silencio. Nadie se había levantado aun.

Creí que iba a encontrarme a Kristen dormida pero ahí estaba, sentada en la cama fumándose mis cigarrillos y mirándome de arriba abajo mientras caminaba hacia ella. Mi sonrisa se ensanchó por completo al verla así, tan guapa, desnuda y contemplando mi cuerpo mojado con descaro. Conozco sus miradas y esa fue una de las que calentarían a cualquiera.

- ¿No te levantas? – pregunté robándole el cigarro, quedándome de pie junto a ella.

- No – sonrió mirándome desde la cama -. Quiero quedarme todo el día aquí, en la cama.

- ¿Seguro? – dije tendiéndome a su lado.

- Sí, estoy cansada – dijo volviéndome a robar el cigarrillo.

- ¿Muy cansada, amor? – susurré besando su hombro mientras miraba las suaves formas de sus pechos, de su vientre y sus muslos con codicia.

- Mucho – murmuró justo en mi boca.

La besé con fuerza, abrazándola y atrayéndola hacia mi cuerpo. Bajo la toalla mi miembro se endurecía ya en una rápida erección. Tomé los restos de cigarro y lo apagué sobre el cenicero que descansaba en la mesilla sin abandonar su boca, la que invadí con mi lengua, ansioso por saborearla. 

Kristen me correspondió con ganas y yo me coloqué entre sus muslos no sin antes tirar de mi toalla para quedarme completamente desnudo, dispuesto a penetrarla.

Rocé su entrada con la punta de mi miembro apretando levemente y la sentí gemir pero no de placer precisamente.

- ¿Te duele, amor? - susurré.

- Estoy algo… dolorida – sonrió -. Esta noche has estado muy intenso. 

- Demasiado, según parece – dije con ternura, incorporándome un poco y retirándome de entre sus muslos con cuidado, tranquilizándome al momento.

Kristen se incorporó para ponerse de rodillas frente a mí. La visión de su cuerpo pequeño y sensual desnudo, con las piernas abiertas y los muslos dejando entrever su delicado sexo hizo que mi alicaído miembro recobrase todo su vigor en cuestión de segundos. 

Ella contemplo ese hecho sin perder detalle, fascinada y con una amplia sonrisa.

- Pero… aun así… podemos hacer otras cosas muy agradables también – insinuó mordiéndose el labio mientras acariciaba mis muslos, haciendo que yo separase mis piernas para colocarse entre ellas, aun de rodillas.

- ¿Cómo por ejemplo? – sonreí con picardía, anhelándola de nuevo.

- Todavía no te he pedido perdón por comportarme como una cría así que… voy a hacerlo de un modo muy especial – murmuró.

Dar clic en 'MAS INFORMACION' para seguir leyendo el fic

- ¿De qué modo, preciosa? – sonreí susurrando ronco de deseo.

- De uno que sé que te encanta. Pero con una condición – dijo provocativa.

- ¿Cuál? – dije casi jadeando de ganas.

- Con la condición de que tú, después, también lo pongas en práctica… conmigo – sonrió tentadora justo antes de colarse bajo las sábanas y alcanzar mi erección con sus labios.

Sentí como su lengua mojada tocaba la punta de mi pene y se deslizaba lamiéndolo lentamente.

- ¡Oh, nena. Estás perdonada! - suspiré con fuerza y cerré los ojos a la vez que gemía de gusto.

----------

- Parece que ya están todos levantados – dijo estirándose perezosa, posada sobre mi cuerpo.

- ¿Nos quedamos en la cama? – sonreí acariciando su trasero respingón, tras haberle provocado un orgasmo del mismo modo que ella me lo había causado a mí, acariciándola con mi lengua.

- Vendrían a sacarnos – dijo deslizándose desde mi cuerpo satisfecho hasta la cama para levantarse -. Voy a darme una ducha rápida.

- ¿Te acompaño? – pregunté insinuándome, totalmente en serio.

- ¡No, tú ya te has duchado! – exclamó tras mirarme asombrada y correr despavorida hacia el baño.

La cara de susto que puso me hizo reír y ese buen humor que me había dejado nuestras respectivas incursiones bajo las sábanas me duró toda la mañana.

-----------

Salimos tarde a dar una vuelta todos juntos por el pueblo. Compré el periódico de Ventnor para mí y chucherías para Kristen mientras los demás se entretenían en la tienda de enfrente, una librería de segunda mano. Me pareció que la hija del tendero nos había reconocido porque tuvo que cobrarme su padre, ya que ella se había quedado sin habla, mirándome fijamente y paralizada al otro lado del mostrador. Finalmente se atrevió a abordar a Kristen y pedirle un autógrafo nuestro. 

Nunca tengo ningún problema, ni Kristen tampoco, en firmar, posar un instante o estrechar una mano siempre y cuando me lo pidan de forma educada. En general la gente suele ser muy agradable. A veces es mejor hacerlo enseguida y desaparecer del lugar antes que negarse y dejar que se organice un gran escándalo. El problema suele ser que inexplicablemente la gente se toma ese hecho como la cosa más emocionante que le ha ocurrido en su vida y terminan por twitearlo a la mínima oportunidad. Y eso es lo que nos arruina la vida a ambos. Porque los profesionales del chisme están las 24 horas del día conectados a las redes sociales esperando que alguien haga el trabajo por ellos, avisando de tal o cual ´´avistamiento´´, como si Kristen o yo fuéramos un OVNI. 

Por eso tenemos la costumbre de pedirle a la gente que esperen un par de días antes de dar a conocer su trofeo, para que no nos persigan los odiosos paparazzis intentando darnos caza. Me ponen enfermo esos tipos, cada vez más. 

La chica de la tiendita así nos lo prometió pero supongo que en vez de dos días entendió dos horas, o es que no pudo resistir la tentación de presumir delante de sus amigas. Eso es algo muy humano. 

El caso es que tras comer tranquilamente en un local del pueblo y salir para proseguir nuestro paseo por los alrededores de Ventnor, comencé a tener la sensación de que alguien nos seguía los pasos, como si tuviese algo molesto en el cogote, una especie de peso o de ojos que me observan. Pero por más que miraba a derecha y a izquierda no veía a nadie y esos tipos suelen ser muy poco elegantes y nada discretos.

- ¿Qué pasa tío? – preguntó Tom – llevas un rato con el ceño fruncido con cara de sabueso.

- Creo que nos siguen – dije en voz baja. 

- ¿Dónde? – preguntó mirando a derecha y a izquierda.

- Hazme caso. Huelo a esas ratas de lejos. Pero disimula, no quiero que Kristen se entere. Estas cosas la sacan de quicio. No quiero que nos jodan el año nuevo.

Después del desagradable incidente de Santa Barbara, ella volvía a estar tranquila y relajada en Ventnor, pasando desapercibida como una chica más, sin preocuparse por nada ni por nadie, solo en divertirse y en ser libre de hacerlo. Para eso la traje, para ver a la verdadera Kristen, sin paparazzis, ni agentes, ni Ruth, ni hordas de fans rondando por ahí.

No es que me caiga mal Ruth, sé que Kristen la considera una amiga, pero es que a veces siento que se toma su trabajo con un exceso de celo y que no deja a Kristen en paz. Por eso yo no quiero publicista. Con Nick de manager, su equipo y el estilista de rigor para las premieres y los reportajes fotográficos me basta y me sobra. No quiero que nadie se crea con derecho a dirigir mi vida por que reciba un sueldo de mi bolsillo.

- A ti también te sacan de quicio por lo que veo, no solo a Kristen – dijo Tom.

- Sí, supongo que cada vez lo llevo peor – dije frunciendo el ceño, furioso de solo pensar en esos tipos.

- Te cambia la cara al instante. Parece que fueses a cargarte a alguien.

- Ganas no me faltan – dije resoplando.

- Lo sé. Esos tipos son unos capullos. Tranquilo les daremos esquinazo.

Y parece que lo hicimos pero yo estaba en lo cierto, había alguien siguiéndonos por todo Ventnor. En el pub de un amigo de mi tío nos dijeron que un tipo había estado preguntando por nosotros desde el día anterior. Pero gracias a una pista falsa el periodista estaría el resto de la tarde buscándonos por Shanklin, un pueblo cercano. Eso nos dejaba la tarde libre, al menos. 

Estábamos cansados de dar paseos por las callejuelas del pueblo pero es que a Kristen le parecía todo muy antiguo y pintoresco. Comenzó a llover débilmente y eso nos hizo terminar nuestro deambular por Ventnor. Respiré aliviado. Cuanto menos rondásemos por ahí más difícil le sería al periodista encontrar pistas nuestras. Miré a Kristen que parecía encantada de la vida, ajena a cualquier contratiempo. Me sonrió y yo la atraje junto a mí para besarla en la frente y en ese instante pensé que daría cualquier cosa por librarla de esa persecución constante. Por desgracias era muy consciente de que mi deseo era solo una ilusión y que no estaba en mi mano cumplirlo.

-----------

No había tenido oportunidad de leer aun el periódico así que en cuanto regresamos a la casa, a la hora del té, me dispuse a hacerlo. Otra de mis manías. 

Lo dejé sobre la mesa de la cocina mientras los demás deambulaban por allí y me puse a calentar agua en una tetera cuando oí a Sam soltar un audible ´´joder´´.

- ¡Eh, Kristen y tú salís en el periódico local! – exclamó Marcus con el periódico en la mano.

- ¿Qué? – dije alterado, arrancándoselo de las manos y rebuscando en las páginas del periódico de Ventnor.

- Mira, lee atrás. En ´SOCIEDAD´´, antes de la contraportada – dijo Sam con su calma habitual.

´´¿Vampiros en Ventnor?´´, decía el titular y proseguía de la misma forma idiota y sensacionalista con las famosas fotos que el año anterior nos habíamos sacado con una niña del lugar. Las habían manipulado y nos habían puesto a los dos junto a la niña, en la misma fotografía, cuando en realidad nos las habíamos hecho por separado. No quise leer más y asqueado dejé el diario en manos de Tom.

´´Nuestro muy famoso y admirado compatriota Robert Pattinson, más conocido como el vampiro enamorado Edward Cullen, parece haber elegido de nuevo nuestra hermosa localidad para terminar el año junto a su rumoreada y huraña novia, la también actriz estadounidense Kristen Stewart. 

Al igual que lo hicieron el año pasado, según demuestra esta fotografía en la que ambos posan junto a una fan en una calle céntrica, los famosos vampiros celebrarán una fiesta privada y exclusiva en algún lugar de Ventnor sin reparar en gastos.

Uno de nuestros mejores reporteros se encuentra siguiendo la pista de la popular y escurridiza pareja por Ventnor para contarnos cómo celebran la llegada del año nuevo los vampiros Bella y Edward. ¿Dándose mordiscos, quizás?´´

Tom leyó la absurda noticia en voz alta ante las risa de los demás y mi creciente enfado.

- Así que ese es el tipo que nos sigue, el del periódico de Ventnor – resoplé asqueado.

- ¡Serán gilipollas! – rió Sam.

- Lo malo es que a estas alturas todo Ventnor sabrá que estamos aquí.

- ¿Qué pasa chicos? – dijo Kristen entrando en la cocina con las novias de Sam y Marcus, muy risueña.

En cuanto Kristen cogió el periódico de manos de Tom y vi su rostro me di cuenta con tristeza de que Ventnor ya no era un buen lugar para pasar desapercibidos. Probablemente ningún lugar del planeta lo era en realidad.

...CONTINUARA...