FanFIC no.138 'Día perfecto. Rob'

Somos un Blog ROBsessed, donde solo deseamos seguir contando la versión de Irina en la historia Robsten como lo veníamos haciendo anteriormente. Este FanFic es parte medular de este Blog ROBERT PATTINSON EN ESPAÑOL, razón por la cual  suplicamos RESPETO al comentar los relatos. Si No os sentís preparados para leerlos No lo hagáis, eso no va a ofender a Irina. Pero rogamos evitéis críticas destructivas que si pueden molestar mucho y crear mal ambiente en el Blog.

NOTA: A PARTIR DE HOY ESTE FIC IRINA SE PUBLICA LUNES Y JUEVES

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FanFIC no.138

"DIA PERFECTO. ROB"
Imágenes: Elena

Mi día perfecto se puede resumir en un par de palabras: descanso y… diversión. 

¡A quién intento engañar! Descanso y sexo, sexo y descanso. Esa es la realidad, aunque sé que suena grosero.

Se podía decir que para mí, después de casi dos años sin parar de trabajar, de meses y meses de rodaje, de levantarme a las 5 de la mañana para estar en maquillaje a las 6 y a las 8 comenzar a rodar hasta bien entrada la madrugada, el poder dormir toda una mañana sin preocuparme del despertador era una bendición. 

Así que mi idea de un día perfecto es despertarme yo solo, sin ayuda de ningún tipo de ruido persistente que haya que parar, tener sexo con Kristen, un buen desayuno inglés en la cama (imprescindible huevos escalfados y bacon, como cuando era niño) con un periódico también inglés para ponerme al día de la Premiere Ligue, volver a la cama, más sexo. Gandulear en la cama hasta la hora de comer, tal vez leer un buen libro, salir con Kristen y Bear a dar un paseo, conversar con ella de cine, oírla reír y comer unos buenos spaghetti con albóndigas, 

volver a la cama, tener más sexo tras la siesta o durante, darnos un baño juntos bromeando y discutiendo de cualquier chorrada sin importancia mientras escuchamos música, salir a picar algo y tomar unas cervezas. Y por acabar de un modo perfecto el día, ir al cine y volver al hotel paseando tranquilos para nada más llegar tener un poco más de sexo (a poder ser oral o en su defecto muy urgente y salvaje). Así puedo dormir como un bebé casi toda la noche. 

Sí, ya sé que me he pasado y que es mucho pedir pero es gratis, ¿no?

¡Ah! y algo también perfecto para terminar el día es desvelarme y quedarme mirando como duerme Kristen hasta que el sueño regresa.

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Y hablando de bebés, una de las cosas más agradables de filmar Amanecer fue el trabajar con bebés. Era muy divertido tenerlos en el set. Me encantaba cogerlos en brazos y hacerles carantoñas.

Lo del instinto maternal creo que es un mito, que no solo las mujeres lo sienten. También los hombres tenemos ese instinto de protección, de amor desinteresado y estaba claro que a mí se me había despertado.

Recuerdo que un día, rodando el sangriento nacimiento de Reneesme, tuve que acunar a uno de los bebés todo pringado de mermelada de fresa y queso fresco. Parecía una tarta de queso la pobrecita niña. No hacía mucho calor en el decorado habilitado para la escena de la cesárea gore y la pobre lloraba de frío. Yo la acuné intentando infundirle un poco de calor y pensé que se había callado por pura casualidad. 

Pero durante la grabación de otras tantas escenas y con diferentes bebés, todas ellas se tranquilizaban cuando las tenía en brazos. 

En uno de esos días Kristen, rodando caracterizada de Bella, escuchó los lloros y se acercó junto con Ashley, Nikki y Elisabeth, que también tenían escenas ese día. Yo estaba atendiendo a la niña, me la quitaron y comenzaron a pasársela de mano en mano, bueno de brazo en brazo, sin saber muy bien que hacer pero ninguna conseguía calmarla hasta que volví a tomarla en brazos para acunarla como lo había hecho en un principio y en ese momento… se calló, gorjeó, bostezó y un minuto después ¡estaba dormida!

Todas me miraron asombradas.

- ¿Pero cómo lo has hecho?– exclamó Ashley.

- No lo sé… Supongo que… ¡Qué se yo! – dije encogiéndome de hombros.

- Rob, tiene buena mano con los bebés – rió Elisabeth.

- Eso parece - dijo Nikki.

- Shhhhhh, hablad más bajo. La vais a despertar – susurré.

Kristen, no decía nada pero me miraba con una inmensa sonrisa bobalicona en la cara.

- ¿Qué? – le sonreí yo también, sin dejar de mecer a la niña.

- Nada – negó avergonzada – Sigue, venga. Lo haces muy bien.

- ¿Quieres probar a acunarla tú? – le dije con ternura.

- No, prefiero verte a ti cómo lo haces.

No tardamos en escuchar un ´´Oh´´ en boca de Ashley, que nos hizo reír y que al final despertó a la niña.

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Siempre que tenía un bebé en brazos todas las mujeres del set acababan haciendo coro a mí alrededor, emitiendo típicos ruiditos, de esos que hacen cuando miran bebés.

Otro de los días Billy Burke, que también compartía escena con el bebé, se acercó a mí y posando su mano en mi hombro me habló muy serio.

- Te voy a traer a mi hija para que la duermas, Rob. Parece que se te da bien. En realidad se te da mucho mejor que a mí.

Y Peter también entró en la conversación.

- Qué pena que mis hijas ya sean mayores. Te hubiese contratado como canguro sin dudarlo.

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- ¡Aquí hay alguien que va a ser todo un padrazo! – dijo Taylor dándome una palmada en la espalda.

Yo aún sujetaba al bebé cuando miré a Kristen y vi como agarraba su manita y le susurraba palabras cariñosas, sin importarme las risas que hacían a mi costa. Solo tenía ojos para ella. Vio que la estaba observando y bajó la mirada sonriendo azorada, sin dejar de agarrar a la niña. Fue cuando el bebé la tiró del pelo haciéndonos reír a todos.

Cuando se llevaron al bebé con su madre me quedé solo con Kristen.

- Qué pena. Me hubiese gustado tenerla un poco más. Ya se estaba quedando dormidita – suspiré.

- ¿Sabes cómo se ve realmente sexy un hombre? – susurró.

- No, cómo.

- Con un bebé en brazos - asintió.

- ¿Ah, sí? – sonreí.

- Aha, es afrodisiaco. Se nos cae la baba – susurró mordiéndose el labio sin poder aguantarse la risa.

- ¿Debo traerte un babero, preciosa? –bromeé.

- Uhmmm, no sé. Tal vez.

- ¿No se te estará despertando el reloj biológico? – susurré.

- Puede. Aunque creo que no estoy preparada aun.

- Yo tampoco lo estoy, tranquila. Pero atenta porque quiero uno de estos algún día – dije señalándola con el dedo.

Kristen no respondió pero me miró con complicidad sonriendo dulcemente.

- Las chicas del set no opinan lo mismo – dijo.

- ¿El qué?

- Que no estés preparado para ser padre – me confesó en un susurro -. Una de las señoras de maquillaje ha dicho que se prestaría voluntaria si pudiese.

- ¡Oh joder, qué vergüenza! – exclamé.

- Y otra me ha dicho a mí que a qué estoy esperando.

- En serio, parad ya. Me está dando mucha vergüenza que habléis así de mí. Me tratáis… como a un hombre objeto, o más bien como a un semental objeto – bromeé.

- Yo no te trato así - rió Kristen -. Yo te considero un intelectual.

- Anda, no te burles, nena.

- ¡No me burlo! No, en serio Rob, me temo que a pesar tuyo y sin querer despiertas el reloj biológico de muchas – dijo dándome una palmadita en la espalda.

- ¿Y qué quieres que haga? – dije encogiéndome de hombros.

- Yo que tú no cogería más bebes. Creo que vas a provocar un baby boom como sigas así – y soltó una carcajada.

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Finalmente conseguí mi día casi perfecto. Fue uno que acabó con nosotros dos en el único cine de Squamish, un pequeño cine de pueblo, viendo la última película de Catherine Hardwicke, ´´Caperucita Roja´´. Todo fue bien hasta que al salir alguien nos reconoció. Se armó un pequeño revuelo pero eran solo unas fans amigables que se quedaron encantadas posando junto a nosotros, en una fotografía de recuerdo.

Llamé a Dean para que pasara a recogernos en coche por si se corría más la voz y el revuelo se hacía algo más peligroso y tuvimos que dejar el paseo que pretendíamos dar aquella fría noche, de vuelta al hotel.

Llegamos demasiado serenos. Nuestra intención era habernos ido a tomar unas cervezas por Squamish pero al haber sido reconocidos era imposible así que decidimos tomárnoslas en el apartamento.

- Tenemos Heinekens– dijo Kristen.

- Y música – dije yo, poniendo a Van Morrison y su maravillosa versión de ´´Confortably Numb´´, un vinilo antiguo de unplugged en estudio -. Esto suena genial. Me encanta.

- A mí también.

Kristen sacó dos Heinekens de la nevera y vino hasta mí para tenderme una. Me miró y vi un brillo malicioso en sus ojos. Sonreí al ver cómo se mordía el labio inferior en ese gesto tan delicioso y tan suyo.

- ¿En qué estás pensando? – dije dando un sorbo a la cerveza.

- En que aún no hemos usado la piscina de agua caliente que tenemos ahí fuera. Tiene que estar genial.

- ¿Ahora?

- Sí, ahora – susurró.

Me quedé mirándola, maravillado de lo que la quería, de como quería a aquella chiquilla loca.

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Desnudos bajo el albornoz, dejamos la puerta del apartamento abierta, con las luces encendidas, para seguir escuchando al Tigre de Belfast y nos dirigimos a la piscina de la terraza con otras dos cervezas en la mano.

- No hay nadie, ¿ves? – dijo quitándose el albornoz mirando a su alrededor.

- Parece que estamos solos – dije imitándola -. Espero que nadie se asome a la ventana.

Hacía mucho frío. Rápidamente, entre risas, nos metimos en la cálida y humeante agua, en la oscuridad, con los botellines de cerveza en la mano.

- Uhmmmm, lo sabía. Esto es genial – dijo suspirando y cerrando los ojos sumergiéndose en la piscina.

Ese suspiro me hizo respirar profundamente. Aproveché el momento para acercarme lentamente a su cuerpo que me llamaba imperiosamente, intentando que no se moviese, ni que abriese los ojos. Estaba tan hermosa, desnuda, mojada, caliente… 

Toda ella era un verdadero imán que me atraía con tanta fuerza que me era imposible resistirme a su sensualidad, esa que surgía de ella sin proponérselo y que me volvía y me vuelve un absoluto demente. Por ella soy capaz de todo, lo sé y sé que siempre será sí. Ese es su poder, que me envuelve y me hace frágil y fuerte al mismo tiempo.

No quería que me mirara, solo quería quedarme allí contemplándola en silencio, sin hacer otra cosa que adorarla en silencio.

Comenzó a nevar débilmente. Un copo de nieve cayó sobre su nariz. Sonreí. Al abrir los ojos me encontró frente a ella, me miró con la boca entreabierta y lentamente se acercó hasta que nuestros vientres se rozaron. Susurró un irresistible y dulce ´´te quiero´´ en mis labios y mis labios repitieron sus palabras como si de una oración se tratasen.

La besé y rodeados de una nube de cálido vapor nos abrazamos y enredamos para prolongar en la cama una noche que no había hecho más que empezar. 

Van cantaba ´´Warm Love´´ mientras nosotros hacíamos el amor. 

Look at the ivy on the cold clinging wall

Look at the flowers and the green grass so tall

Its not a matter of when push comes to shove

Its just an hour on the wings of a dove

I dig it when you're fancy dressed up in lace

I dig it when you have a smile on your face

This inspirations got to be on the flow

This invitations got to see it and know

Its just warm love

Its just warm love

And it's everpresent everywhere

And it's everpresent everywhere

That warm love

Inside it's warm love

Inside it's warm love

And it's everpresent everywhere

And it's everpresent everywhere

Warm love

Warm love

´´Cálido amor, eso es ella´´, pensé abrazándola. 

Los albornoces mojados por la nieve se secaban junto a la chimenea.

...CONTINUARA...